El esguince de la muñeca son de las lesiones de mano más comunes que se producen en las caídas. La muñeca se suele doblar cuando la mano golpea el suelo, produciendo la lesión. A continuación, os contamos qué es, cuáles son sus síntomas y cómo tratarlos.
Qué es un esguince de muñeca
Un esguince es una lesión ligamentosa producida por una elongación o distensión de los ligamentos. Recordemos que un ligamento es una estructura de tejido conjuntivo que une los diferentes huesos que forman una articulación y le confiere estabilidad. En función de la intensidad de la lesión podremos encontrarnos una lesión más o menos grave.
Los esguinces más frecuentes afectan a las articulaciones de tobillo, rodilla, codo, muñeca y pulgar.
Anatomía de la muñeca
La muñeca o carpo constituye el conjunto articular más complejo del organismo. Encontramos dos hileras de pequeños huesos (cuatro huesos en cada una) que están interconectados entre sí y a su vez conectan con los huesos de la mano (metacarpianos) y con los huesos del antebrazo (cúbito y radio):
- La primera hilera del carpo está constituida por los huesos: escafoides, semilunar, piramidal y pisiforme.
- La segunda hilera está constituida por los huesos: trapecio, trapezoide, grande y ganchoso.
La posición de los huesos de la muñeca se debe a su forma anatómica y a su soporte ligamentoso. Se describen ligamentos extrínsecos que unen los huesos del antebrazo con la muñeca; y los ligamentos intrínsecos que relacionan los huesos de las dos hileras de la muñeca entre sí.
Como curiosidad, el ligamento que se lesiona más frecuentemente en la muñeca es el que une el escafoides con el semilunar que recibe el nombre de ligamento escafosemilunar.
Causas del esguince de muñeca
Las lesiones más frecuentes son la hiperflexión y la hiperextensión. Sería el típico ejemplo de la caída casual en la que extendemos la mano para amortiguar el golpe y nos contusionamos directamente en la palma produciendo una hiperextensión forzada de la muñeca.
Nos ocasionará inmediatamente un dolor mecánico, que se agudiza con el movimiento, y muy probablemente una inflamación de las partes blandas y un dolor generalizado. El escafoides del carpo es el hueso más frecuentemente lesionado de la muñeca y, puede precisar tratamiento quirúrgico en algunos casos.
Grados del esguince de muñeca
Como en el resto de las articulaciones, hablaremos de tres grados de esguinces en función de la integridad del ligamento:
- Esguince grado I: es leve por distensión ligamentosa pero no ruptura.
- Esguince grado II: es moderado. Existe una lesión parcial del ligamento.
- Esguince grado III: es grave. Por ruptura ligamentosa.
¿Qué debo hacer ante un posible esguince?
Sí nos hemos lesionado la muñeca o hemos sufrido un traumatismo y sospechamos que podríamos tener un esguince, lo primero que debemos hacer es acudir al médico, concretamente a urgencias de Traumatología. Durante la exploración observaremos los signos inflamatorios externos y palparemos las prominencias óseas.
Comprobaremos la estabilidad articular y realizaremos una radiografía que nos descartará una lesión ósea. Debemos ser conscientes de que la lesión ligamentosa debe ser sospechada clínicamente pero no podremos verificarla en la radiografía dado que el ligamento es una estructura no visible en esta prueba complementaria.
Tratamiento del esguince
Si se sospecha una lesión importante de ligamentos se inmovilizará la articulación y se solicitarán otras pruebas complementarias, como resonancia magnética nuclear o ecografía para estudiar los trayectos ligamentosos. Estas pruebas se realizan de forma programada, no en urgencias.
- En caso de esguince grado I de muñeca aconsejaremos reposo, aplicación de hielo local y una muñequera o un vendaje elástico simple junto a un tratamiento antiinflamatorio a demanda.
- Si el esguince es de grado II puede requerirse una inmovilización rígida tipo vendaje semicompresivo antebraquial o una férula dorsal de yeso antebraquial.
- Si es de grado III debe realizarse un estudio de imagen para valorar si precisa cirugía (que puede ser artroscópica (sin necesidad de realizar una incisión quirúrgica en la piel). Por supuesto, inmovilizaremos hasta obtener el diagnóstico definitivo.
En resumen: siempre aplicaremos frío local (no directamente sobre la piel), si nos resulta posible pondremos un vendaje que mantenga la articulación inmovilizada y un cabestrillo (para evitar la inflamación de los dedos). Acudiremos a visita médica para ser valorados.
Tengamos presente que las lesiones ligamentosas agudas no tratadas debidamente pueden conllevar a lesiones crónicas e incluso a desgaste óseo por fricción. A pesar de realizar el tratamiento correcto, el esguince de muñeca puede requerir un tratamiento rehabilitador tras la inmovilización de fase aguda y para garantizar la recuperación de la movilidad articular.