unidad de cadera

Traumatólogos especialistas en lesiones de cadera

Cirujanos de referencia en la patología de Preservación Ósea de la Cadera (Cirugía Artroscópica de Cadera) y las Técnicas Mínimamente Invasiva en la implantación de Prótesis de cadera.

Dr. Boris Garcia Benitez

Traumatólogo especialista en cadera y rodilla

Dr. Pedro Morales Sánchez

Traumatólogo especialista en cadera y rodilla

ARTROSIS DE CADERA

¿Qué es la artrosis de cadera?

La artrosis en la articulación de la cadera afecta al 10% de los mayores de 80 años. La afectación de la articulación de la cadera se manifiesta con dolor en la ingle y cojera. El dolor se relaciona con periodos largos de inactividad, se desencadena con el inicio de la marcha y puede empeorar tras un ejercicio prolongado.

Otro síntoma característico es la rigidez, aparece al despertarse o tras períodos de inactividad. Dura menos de 30 minutos. De forma lenta y progresiva, se produce una limitación de la movilidad de la articulación de la cadera. Pudiendo existir dificultad para caminar, para vestirse (ponerse calcetines), e incluso puede llegar a afectar a las relaciones sexuales por dificultad para abrir las piernas.

Tratamiento de la artrosis

El objetivo fundamental del tratamiento de la artrosis es aliviar el dolor, mejorar la capacidad funcional y retardar la progresión de la enfermedad.

El primer paso es establecer una pauta de tratamiento farmacológico para intentar controlar la sintomatología. Actualmente, existen en el mercado una gran variedad de medicamentos destinados a disminuir el dolor. Se debe acudir al Traumatólogo para que adapte la mejor opción terapéutica para cada paciente.

El tratamiento rehabilitador, actúa sobre todo en la educación del paciente (programas de autoayuda, aceptación de su enfermedad…), la pérdida de peso mejora la sintomatología, ejercicios de tipo aeróbico de baja intensidad que incrementa la fuerza muscular y mejora la circulación, el dolor y la movilidad articular.

Cuando todo lo anterior ha fallado, y no hemos tenido una mejoría del dolor y de la calidad de vida, la cirugía protésica (prótesis total de cadera o de rodilla) es efectiva en cuanto la disminución del dolor y de la limitación funcional.

Preguntas frecuentes

La Cirugía protésica consiste en sustituir las superficies articulares afectadas por una articulación artificial compuesta de metal y un plástico (polietileno). Para poder realizar este procedimiento es necesario separar todas las estructuras musculares, ligamentos y cápsula para acceder a la articulación afectada. Posteriormente se resecan los extremos óseos afectados y se impactan a presión ,o añadiendo un cemento óseo, en el hueso. Actualmente, existen diferentes materiales y tipos de próstesis en el mercado, pero en general, tienen unos resultados bastantes similares y con una duración entre 15 y 20 años, dependiendo de la sobrecarga a la que sometamos a la prótesis.

En el caso de cirugía protésica de cadera se sustituye la cabeza del fémur por una esfera metálica que forma parte de un tallo o vástago que se introduce en el interior del canal medular femoral. Y en el acetábulo se coloca una cazoleta metálica más otro componente que puede ser de plástico, cerámica o de metal. Estos dos componentes pueden unirse al hueso impactándolo a presión, o bien, usando un cemento óseo.

En la cirugía protésica de la rodilla se sustituye las superficie articular del fémur con un componente metálico adaptado a los cóndilos femorales y en la tibia se coloca un platillo metálico al que se le une un componente de plástico (polietileno). No en todos los casos, se sustituye la superficie articular de la rótula por un botón de plástico.

La cirugía protésica está indicada en aquellas personas que presentan un grado avanzado de artrosis, con dolor diario que no remite con un tratamiento médico adecuado y con una limitación funcional que le limita sus actividades cotidianas. Generalmente, se trata de pacientes mayores, aunque en ocasiones se dan casos en personas jóvenes.

El objetivo de la colocación de una prótesis es la eliminación del dolor y la mejora de la limitación funcional. Hay que tener en cuenta que una prótesis nunca será mejor que una rodilla o cadera en buen estado. Los paciente portadores de una prótesis, deben tener en cuenta las limitaciones de esta.

No se deben realizar actividades deportivas ni realizar trabajos pesados. Hay ciertas actividades que son peligrosas y debemos evitar: correr, deportes de contacto, deportes de saltos, ejercicios aeróbicos de alta intensidad, esquiar, tenis… Y hay actividades que si pueden realizar después de ser operado, tales como, nadar, jugar al golf, senderismo ligero, montar en bicicleta recreativa, bailes de salón, subir y bajar escaleras…

Aproximadamente entre un 80-90% de las prótesis duran más de 10 años. Una de las causas más frecuentes de fracaso de una prótesis es el despegamiento y aflojamiento de los componentes del hueso. Este aflojamiento está en relación con el sobrepeso y con un nivel de actividad elevado.

 
 

Las prótesis pueden ser de Polietileno (Plástico), de cerámica o de metal y pueden fijarse al hueso mediante cemento o sin cemento, dependiendo las circunstancias del paciente. En el caso de la cadera podemos encontrar diferentes tipos o modelos de prótesis, estas son:

 

  PROTESIS TOTAL CADERA ESTANDAR:

Las prótesis total de cadera tienen dos componentes: femoral y acetabular. El componente femoral es un tallo de metal que va introducido en el canal medular del fémur. Y el componente acetabular está formado por una superficie de metal cóncava en la que se puede alojar o no un plástico o polietileno y va colocado a presión en la pelvis.

  MINIPRÓTESIS

El término de Miniprótesis viene dado por las pequeñas dimensiones de componente femoral que forma parte de la prótesis, siendo el componente acetabular el mismo que el de las prótesis estándar.  El objetivo de estas miniprótesis el conservar la mayor cantidad de hueso del fémur en la cirugía.

Los pacientes candidatos para este tipo de prótesis son en jóvenes, activos y en los que no es posible la colocación de una prótesis de superficie (hip resurfacing). Por ejemplos, aquellos en los que existe una gran deformidad de la cabeza femoral.

  PRÓTESIS DE REVISIÓN O DE RESCATE

Este tipo de prótesis son un tanto diferentes. Son diseñadas para los casos en los que una prótesis primaria falla y hay que retirarlas. Generalmente, están pensadas para solucionar los problemas relacionados con la extracción de las prótesis primarias, tales como, defectos óseos, debilidad de las partes blandas periarticulares, etc..

Las complicaciones más importantes de la implantación de una prótesis son:

  • Trombosis Venosa Profunda,  con formación de trombos e hinchazón de la pierna correspondiente que, en raras ocasiones,se complica con dolor torácico y dificultad respiratoria (embolia pulmonar) y que puede conducir incluso a la muerte.
  • Infección de la prótesis: ésta puede ser superficial (se puede resolver con limpieza local y antibióticos) o profunda (generalmente hay que retirar el implante). Dicha complicación puede ocurrir incluso años después de la intervención. Cuando se efectúe otra intervención o una manipulación dental puede diseminarse una infección por la sangre, pudiendo afectar a su prótesis. Por dicho motivo deberá especificarlo al médico encargado del proceso.
  • Lesión de los nervios de la extremidad, ciático y crural fundamentalmente, que puede condicionar una disminución de la sensibilidad o una parálisis. Dicha lesión puede ser temporal o definitiva.
  • Lesión de los vasos de la extremidad. Si la lesión es irreversible puede requerir la amputación de la extremidad.
  • Rotura o perforación de un hueso, al colocar la prótesis o más tardíamente.
  • Luxación: en la mayoría de los casos puede colocarse en su sitio sin necesidad de operar. En otras ocasiones hay que cambiar el implante. Tras la luxación suele colocarse un aparato externo para mantener la articulación en su sitio.
  • Limitación de la movilidad de la articulación, secundaria en general a la aparición de calcificaciones o de cicatrices adherentes alrededor de la prótesis.
  • Cojera persistente condicionada por pérdida de fuerza y/o diferentes causas expuestas anteriormente.

CHOQUE FEMOROACETABULAR

¿Qué es el CFA?

El choque femoroacetabular (CFA) o Síndrome de Impingement Femoroacetabular (IFA) se define como una alteración en la anatomía de la cabeza femoral, o de la unión entre el cuello y la cabeza femoral, y del acetábulo. Esta alteración produce un aumento del contacto y de la presión entre el fémur y los bordes del acetábulo, esto puede producir con el tiempo un daño en el cartílago articular y lesión del labrum acetabular, traduciéndose clínicamente en la aparición de dolor inguinal, dolor en la zona trocantérica o en la zona glútea. También conocido como Pubalgia.

 

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Tipos de CFA

El CFA se divide en dos tipos, el tipo CAM y el tipo PINCER. El tipo-CAM se refiere a una prominencia ósea (giba) en la superficie del cuello y cabeza del fémur. Cuando la cadera es flexionada, esta giba contacta con la zona anterosuperior del acetábulo produciendo un bloqueo de la flexión y de la rotación de la cadera.

El tipo-PINCER se refiere a una cobertura mayor de lo usual de la porción anterior del acetábulo sobre el fémur. Este contacto entre el fémur y el borde acetabular produce con el tiempo una erosión del cartílago articular, delaminación, daño en el labrum acetabular y progresión hacia una artrosis de cadera.

La incidencia del CFA es desconocida, si se hay evidencia de que el tipo-CAM es más frecuente en los hombres jóvenes y que el tipo-PINCER, es más frecuente en las mujeres.

Diagnóstico y tratamiento

Para el diagnóstico del CFA es necesario realizar una exhaustiva exploración física, además de solicitar una serie de estudios de imagen (radiografías, ARTROResonancia Magnética).
En principio, se trata de manera conservadora con cambios de hábitos posturales, rehabilitación y un tratamiento analgésico adaptado. La indicación para un tratamiento quirúrgico es un dolor invalidante de cadera que no responde a un tratamiento conservador. Actualmente, la artroscopia de cadera, es la técnica de elección para este tipo de patología.

Esta técnica consiste en acceder a la articulación de la cadera a través de dos pequeñas incisiones por las que se introduce una lente óptica y el instrumental de trabajo específico. Mediante la visión directa del interior de la articulación se puede valorar objetivamente el grado de las lesiones existentes y, además, una vez visualizada la mayor parte de la articulación, se pueden tratar y reparar dichas lesiones. La principal ventaja de esta técnica quirúrgica es que se trata de un procedimiento mínimamente invasivo, lo que supone una mejor recuperación por parte del paciente.

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Complicaciones

En la Artroscopia de Cadera pueden ocurrir una serie de complicaciones que el enfermo debe conocer antes de someterse a la intervención. Una de las complicaciones más frecuentes es la NEUROAPRAXIA, esta está relacionada con el uso de la tracción necesaria para aumentar el espacio de la articulación para poder instroducir los instrumentos necesarios. Esta complicación consiste en alteraciones de la sensibilidad o alteraciones motores producidas por la elongación del nervio y, con el tiempo, suelen recuperarse en la mayoría de los casos. Una de las más frecuente es la neuroapraxia del Nervio pudendo, localizado en el periné.

Aunque la artroscopia de cadera es una técnica relativamente segura y la realización de los portales para introducir los materiales están a una distancia segura de las estructuras neurovasculares, se han descrito lesiones del paquete neurovascular femoral, del nervio ciático y del nervio femorocutaneo lateral.

Otra complicación es la extravasación de líquido a la cavidad abdominal. En todos los casos descritos en la literatura se resolvieron sin secuelas a largo plazo. La lesión de las estructuras intraarticulares por el instrumental es una complicación relativamente frecuente debido al espacio de trabajo reducido. Este espacio reducido para trabajar, en la artroscopia de cadera la incidencia de rotura del instrumental es mayor en en otras articulaciones.

La infección es una complicación infrecuente ya que se trata de un proceso mínimamente invasivo. No obstante, se han descrito desde la infección de las incisiones cutaneas hasta una artritis séptica de cadera. Otra complicación poco frecuente es la Trombosis Venosa Profunda.

BURSITIS

Qué es la bursitis

La bursitis de la cadera es la inflamación de una o de las dos bolsas sinoviales que se encuentran en la cadera. Las bolsas sinoviales son unos sacos con liquido que envuelven las protuberancias óseas de la cadera y actúan como almohadillas para reducir la fricción. En el caso de la cadera se sitúa en la parte externa  sobre el trocánter mayor y cuando se inflama lo llamamos un BURSITIS TROCANTERICA. La otra localización es en la cara interna de la cadera (la ingle) sobre el tendón del musculo psoas iliaco (su afectación es menos frecuente).

El síntoma es dolor en la cara externa o interna de la cadera, sobre todo al acostarse sobre el lado afectado y al subir y bajar las escaleras. Dolor que es más importante por la noche.

Normalmente, es una lesión que se produce por una sobrecarga repetitiva de la cadera durante un tiempo prolongado. En ocasiones, puede estar relacionada con una lesión de la musculatura glútea o como consecuencia de una patología intraarticular de la cadera.

Tratamiento

El tratamiento consiste en una primera etapa en los cambios de actividad y evitar las sobrecargas. Los analgésicos y antiinflamatorios se pueden pautar para disminuir la inflamación y bajo prescripción medica.

La fisioterapia juega un papel importante para el fortalecimiento de la musculatura de la cadera y la adquisición de hábitos posturales saludables.

El tratamiento quirúrgico es muy poco frecuente para este tipo de patología y, solo estaría indicado cuando todas las medidas tomadas para disminuir la inflamación han fracasado y la clínica dolorosa es muy limitante e incapacitante para la persona. Actualmente, la ARTROSCOPIA DE CADERA, es una técnica poco invasiva y, cada vez mas utilizada para el tratamiento quirúrgico de la Bursitis Trocantérica.

¿Cómo se puede prevenir?

La PREVENCIÓN de la bursitis es fácil pero hay algunas recomendaciones puede mejorar o prevenir esta patología:

  • Evitar la actividades repetitivas de las caderas. 
  • Evitar el sobrepeso.
  • Mejorar el tono y elasticidad de la musculatura glútea de la cadera