La muñeca es una de las articulaciones más importantes del cuerpo humano, y también una de las más expuestas a lesiones. Un ejemplo de los más graves es la fractura de escafoides. A continuación, te contamos todo sobre esta lesión y cómo se puede tratar.
¿Qué es la fractura del escafoides?
El escafoides es un hueso de la mano que se encuentra en la zona del pulgar. Se trata del primer hueso externo de la primera fila del carpo, de manera que tiene la función de enlace entre las dos filas de huesos del carpo.
En este sentido, es el hueso carpiano lesionado de forma más frecuente. En este sentido, la fractura del escafoides es la ruptura de uno de los huesos pequeños de la muñeca.
Pronóstico de la enfermedad
Generalmente, si se indica el tratamiento adecuado, se consigue el objetivo deseado, que es la unión del escafoides tras la fractura. Sin embargo, a causa de su anatomía, en algunos casos el tratamiento no es satisfactorio, de manera que se genera un proceso de degradación de la muñeca, evolucionando hacia una osteoartritis.
Síntomas de la fractura del escafoides
Cuando la cara de la muñeca está edematizada e hipersensible, puede ser un signo de fractura. A parte de éstos, existen una serie de síntomas más específicos, entre los que se encuentran los siguientes:
- Dolor e inflamación en la muñeca y en el dedo pulgar
- Rigidez articular
- Disminución de la fuerza muscular
- Dolor a la compresión axial del dedo pulgar
- Irritación y pérdida de sensibilidad en la zona pulgar
Pruebas médicas para la fractura del escafoides
Para diagnosticar la fractura del escafoides, el especialista deberá hacer un examen físico de la muñeca para valorar si hay sensibilidad, inflamación, hematomas y pérdida de movimiento en la zona.
Además, es importante realizar una serie de pruebas complementarias como las siguientes:
- Radiografías: permiten obtener imágenes de los huesos y determinar la existencia de otras fracturas.
- Resonancia magnética: en algunos casos, este tipo de prueba puede determinar la fractura del escafoides antes que la radiografía.
- Tomografía computarizada: esta prueba puede revelar una fractura del escafoides, así como mostrar si los huesos están desplazados. La información de la tomografía permite al experto determinar un plan de tratamiento.
¿Cuáles son las causas de la fractura del escafoides?
Generalmente, la fractura del escafoides tiene su origen cuando la persona se cae sobre la mano estirada con el peso del cuerpo sobre la palma de la mano. En este sentido, no existen factores de riesgo o enfermedades concretas que predispongan a padecer una fractura del escafoides, sino que la lesión suele tener lugar durante actividades deportivas o choques de vehículos.
Aunque este tipo de fractura puede darse en personas de todas las edades, las personas que tienen más probabilidad de sufrir esta lesión son los hombres que tienen edades comprendidas entre los 20 y los 30 años.
¿Se puede prevenir?
La causa principal de esta lesión es una caída, de manera que una forma de prevenirla consiste en evitar apoyar la mano en hiperextensión ante una caída. Esto implica realizar deportes con una persona encargada de supervisar la práctica o con profesionales que puedan regular los peligros que pueden aparecer durante la actividad.
En este sentido, existen una serie de consejos que se pueden seguir para prevenir este tipo de fractura:
- Usar elementos para proteger la muñeca.
- Practicar deporte con un supervisor.
- Evitar apoyar la mano extendida ante una caída.
Tratamientos para la fractura del escafoides
Cuando se produce una fractura del escafoides, el tratamiento principal consiste en colocar un yeso en la mano, con el objetivo de inmovilizar la muñeca.
Sin embargo, en función de las características de la fractura, puede ser necesaria la cirugía. Esta intervención quirúrgica consiste en atornillar el hueso fracturado en compresión. La ventaja principal de la cirugía es que no requiere la inmovilización de la muñeca, de manera que inmediatamente se puede iniciar el tratamiento de rehabilitación.