Tras la pandemia son muchos los que se han animado a practicar algún deporte con el objetivo de conseguir un modo de vida más saludable. El ciclismo es un deporte que siempre ha contado con muchos seguidores, pero actualmente está disfrutando de un gran auge. Por ello, es conveniente conocer cuáles son las principales lesiones en el ciclismo, junto con algunos consejos para prevenirlas. A continuación se exponen algunas de las más importantes.
Tendinitis de Aquiles
Un mal ajuste en la bicicleta (sillín demasiado alta) o de los tacos de las ruedas, puede llevar a realizar un sobreesfuerzo del tendón de Aquiles. Éste es el tejido que conecta los músculos de las pantorrillas en la parte trasera inferior de la pierna con el hueso del talón. Éste puede verse afectado por realizar un ejercicio más intenso del realmente necesario, debido también a fallos en la técnica a la hora de practicar el deporte o desajustes en la bicicleta.
Para el dolor se recomienda tomar antiinflamatorio (ibuprofeno).
Tendinitis rotuliana
La tendinitis rotuliana es otra de las lesiones en el ciclismo que pueden ocurrir con frecuencia. Supone la lesión en el tendón que conecta la rótula con la tibia. Se suele producir cuando se realizan marchas largas en el ciclismo, lo que provoca que los cuádriceps se sobrecarguen y aumente la fatiga. Una cadencia más elevada de pedaleo puede ayudar a prevenir la tendinitis rotuliana.
Tendinitis en la pata de ganso
Dentro de las lesiones en el ciclismo, es una de las más comunes, dándose principalmente en el ciclismo femenino. La tendinitis en la pata de ganso provoca una inflamación en la inserción de la rodilla en la cara interna posterior donde se insertan el sartorio, el recto anterior y el semitendinoso. Las mujeres ciclistas, al tener las piernas en forma de X (genu valgo), tienen mayor riesgo de sufrir esta afección.
Para evitar que se produzca esta lesión, es necesario controlar el patrón de las piernas, analizando la marcha y la pisada. Así se pude indicar el tratamiento de plantillas personalizadas para solucionar el problema. También es adecuado mantener una adecuada estabilidad en las piernas y fortalecer los glúteos como modo de compensar la musculatura inferior.
Fractura de clavícula y del escafoides
Una caída en bicicleta puede llevar a provocar diferentes fracturas óseas en el cuerpo. Entre ellas, la clavícula y el escafoides. Y es que, cuando se cae de la bicicleta, se tiene el acto reflejo de extender el brazo para protegerse de la caída. Pero en este caso, esta postura puede ser perjudicial, ya que sólo los huesos de la clavícula y del escafoides absorberán el impacto de la caída, pudiendo producirse la fractura de los mismos. Así, una forma de prevenir este tipo de lesiones frecuentes en el ciclismo sería no separar la mano del manillar en el momento de la caída, cayendo para que el costado del cuerpo absorba el impacto.
Traumatismo craneoencefálico en las lesiones en el ciclismo
El traumatismo craneoencefálico (TCE) se produce por el golpe directo de la cabeza contra el suelo o algún elemento de la carretera o del carril por el que circula el ciclista. Puede afectar a la bóveda craneal o a la base del cráneo. Las consecuencias pueden ser variables en función de la intensidad de la contusión. El TCE suele ir acompañado de hemorragias por el oído o la nariz, hematomas alrededor de los ojos, asimetría de las pupilas, amnesia, etc., por lo que siempre se ha de buscar atención médica inmediata para descartar mayores riesgos de lesión.
El TCE se configura como una de las lesiones en el ciclismo de mayor riesgo, por ello, es absolutamente recomendable llevar un casco protector.
Dolor lumbar y dolor de cuello
El dolor lumbar se produce cuando se mantiene una posición muy inclinada en la bicicleta. Se recomienda relajar esta posición para evitar dolores en la parte inferior de la espalda que podrían derivar también en pinzamientos del nervio ciático. Sería adecuado ejercitar los músculos de la espalda con otro tipo de actividad física.
También pueden aparecer dolores en el cuello, ya que esta zona se encarga de mantener el peso de la cabeza durante la práctica durante un período prolongado. Como medida de prevención, se recomienda agarrar el manillar con menos fuerza y adoptar una posición más adecuada, para que el brazo tenga menos tensión. Es conveniente fortalecer la zona con otro tipo de ejercicios físicos.
Entumecimiento y hormigueo en los pies
Cuando las zapatillas están demasiado apretadas o son estrechas, se puede sentir entumecimiento y hormigueo. Además de ello, el pie puede estar sufriendo un síndrome compartimental de esfuerzo. Esto se produce por el aumento de la presión en la pierna y la compresión de los nervios y vasos sanguíneos durante la realización del deporte.
Adormecimiento en las manos
Una de las molestias más frecuentes en el ciclismo es el adormecimiento de las manos o de algún dedo. Generalmente se produce por llevar el manillar demasiado alejado y el sillín muy retrasado. Ello provoca una carga excesiva sobre las manos que provoca su adormecimiento. Para evitarlo, es necesario equilibrar las cargas entre manillar y sillín, repartiendo los pesos.
Generalmente, algunos de las lesiones en el ciclismo se pueden prevenir realizado un adecuado estudio biomecánico. Adaptar la bicicleta al cuerpo del deportista, y corregir ciertos aspectos en la realización del ejercicio ayudará a prevenir lesiones y mejorar el rendimiento.