La artritis es la inflamación de una o más articulaciones del cuerpo. Esta patología comprende más de cien enfermedades y afecciones reumáticas, siendo la artrosis la más común. Otras formas frecuentes son la artritis reumatoide, el lupus, la fibromialgia y la gota. En este artículo se analizan las causas de esta afección, su sintomatología y especialmente se describe el caso de la artritis reumatoide. Por último, se presentan las diferencias que existen entre la artritis y la artrosis.
¿Qué es la artritis?
La artritis produce inflamación de las articulaciones. Hay que tener en cuenta que la articulación es la zona donde dos huesos se encuentran, permitiendo su movimiento suave. Se trata una inflamación que afecta a la membrana sinovial, que es un tejido firme y elástico que recubre el interior de las articulaciones y que reduce la fricción entre el cartílago y las otras estructuras del interior de la articulación. Esta afección provoca que el líquido sinovial contenido en la membrana sinovial se esparza por la articulación en vez de ser reabsorbido como habitualmente ocurre, y como consecuencia se produce una erosión constante del hueso y del cartílago.
Los tipos más frecuentes de artritis son la artrosis y la artritis reumatoide, aunque existen otras muchas más patologías relacionadas.
Causas de la artritis
Las causas de las artritis pueden ser muy variadas ya que existen más de cien enfermedades que producen artritis. Generalmente el diagnóstico se enfoca en función de si las enfermedades afecta a una única articulación (monoartritis) o a varias articulaciones (poliartritis).
En general, entre las causas de la artritis que provocan daño o inflamación en la articulación, podemos mencionar las siguientes:
– Enfermedad autoinmunitaria (el sistema inmunitario ataca al tejido sano por error, como es el caso del lupus o psoriasis).
– Fractura ósea.
– Infección (por virus o bacterias).
– Desgaste y deterioro general de las articulaciones.
– Presencia de cristales como el ácido úrico o el dihidrato de pirofosfato cálcico.
Síntomas
Los principales síntomas que presenta la artritis son:
– Artralgia, es decir, dolor en la articulación.
– Inflamación, calor y enrojecimiento. Estos síntomas son más difíciles de detectar cuando se trata de articulaciones de mayor tamaño como la cadera o el hombro.
– Rigidez, la cual ocurre sobre todo cuando se está un tiempo sin haber movido la articulación. Se nota especialmente al levantarse por la mañana.
– Malestar general, fiebre y otra sintomatología que dependerá de la enfermedad causante de la artritis.
La artritis reumatoide: un caso especial de enfermedad autoinmune.
La artritis reumatoide es un tipo de artritis que se engloba dentro de las enfermedades reumáticas autoinmunes sistémicas (ERAS). Se trata de una enfermedad autoinmune en la que las propias defensas del cuerpo atacan el recubrimiento normal de las articulaciones.
Afecta principalmente a las articulaciones periféricas: manos, pies, muñecas, hombros, codos, caderas y rodillas. Provoca dolor, hinchazón y rigidez tras períodos prolongados de reposo. Pero en esta enfermedad, no sólo están implicadas las articulaciones y los tejidos circundantes que pueden sufrir una disminución de la movilidad y de las funciones articulares. Al tratarse de una enfermedad autoinmune crónica, también puede afectar a otros órganos como el corazón, el pulmón o el riñón. De ahí que se considere una enfermedad sistémica, es decir, generalizada. Como consecuencia, unida a la sintomatología expresada anteriormente, pueden aparecer síntomas de cansancio, astenia, fiebre, pérdida de apetito y de peso.
En este sentido, es necesario tener un adecuado control por el especialista de enfermedades sistémicas para controlar los brotes y poder evitar posibles complicaciones.
Diferencias entre artritis y artrosis.
La artrosis es el tipo más común de artritis, junto con la artritis reumatoide. Hay que tener en cuenta que tanto la artritis como la artrosis son enfermedades reumáticas crónicas que están relacionadas con el desgaste del aparato locomotor. Ambas patologías afectan de forma más generalizada a mujeres que a hombres y presentan una sintomatología muy parecida.
Sin embargo, presentan una problemática diferente en la articulación. De hecho, el sufijo de ambos términos es el que apunta a la diferencia entre ellas. Así el sufijo –itis significa inflamación o infección, mientras que el sufijo –osis significa degeneración o desgaste. De esta forma, la artritis implica una inflamación de la membrana sinovial (tejido firme y elástico que recubre el interior de las articulaciones) que provoca una reducción de la fricción entre el cartílago y otras estructuras del interior de la articulación. Sin embargo, la artrosis es una patología de tipo degenerativo que afecta al desgaste del cartílago. Éste es el tejido que recubre el hueso y ayuda a reducir la fricción que se produce con el movimiento. En la artrosis, el cartílago se desgasta hasta desaparecer, lo que provoca que los huesos se rocen entre sí provocando dolor y pérdida de flexibilidad en las articulaciones.
Por otra parte, las causas de la artrosis están relacionadas con el desgaste articular y con el envejecimiento, mientras que la artritis puede tener su origen en diferentes causas como infecciones, factores genéticos, traumatismos, etc. En el caso de la artrosis el dolor aparece cuando la articulación está en movimiento, mientras que en el caso de la artritis el dolor en las articulaciones es continuo.
En cualquier caso, si cree tener artritis por las similitudes con la sintomatología presentada en el artículo, sería conveniente a un especialista en traumatología para diagnosticar y tratar de forma adecuada la misma.