El hombro es una de las articulaciones más importantes que conforman la anatomía del cuerpo humano, permitiendo una gran amplitud de movimientos (flexión, extensión aducción, rotación interna y rotación externa) que capacitan para realizar acciones tan importantes como alimentarse, asearse y realizar multitud de actividades de la vida diaria. De ahí la importancia de conocer la anatomía del hombro, es decir, los elementos que lo componen y su funcionamiento, para así poder detectar posibles causas del dolor de hombro.
La complejidad de la anatomía del hombro
La complejidad de la articulación del hombro se debe a que está compuesta por distintas estructuras, lo que permite rangos de movimientos muy amplios, pero que a su vez, también se expone a que sufra diferentes lesiones y patologías, siendo por tanto, una articulación también vulnerable.
La estructura anatómica del hombro se divide en:
– Huesos y articulaciones,
– Ligamentos,
– Músculos y tendones,
– Nervios y vasos sanguíneos.
– Bursas
Huesos y articulaciones
Los huesos que conforman la anatomía del hombro son tres: la clavícula, la escápula y el húmero, cumpliendo cada uno de ellos funciones diferentes:
– Clavícula: es un hueso plano alargado que une el hombro con el esternón. La clavícula es la que articula con el acromion.
– Escápula: es uno de los huesos triangulares de la parte de atrás del hombro. La escápula conecta la clavícula con el hueso superior del brazo. También se la denomina omóplato.
– Húmero: es el hueso más largo del brazo; se articula en la parte superior con la escápula por medio del hombro, y con la del cúbito y radio por medio de la articulación del codo en el extremo inferior.
La parte del húmero más próxima a la articulación de hombro se denomina cabeza humeral y forma la parte lateral del hombro. El techo del hombro, por su parte, está formado por el acromion, una prominencia del hueso de la escápula.
La principal articulación del hombro es la articulación glenohumeral, compuesta por la glenoides (que hace parte del hueso de la escápula) y por la cabeza del húmero.
Otras de las articulaciones que se encuentran en el hombro son las siguientes:
– Acromioclavicular: unión de la clavícula con la escápula (en su porción del acromion).
– Esternoclavicular: unión de la clavícula con el esternón.
La llamada articulación escapulotorácica, ubicada entre la escápula y la reja costal, es una falsa articulación ya que el cuerpo de la escápula se desliza sobre la reja costal durante los movimientos del hombro.
Ligamentos y cápsula articular que conforman la anatomía del hombro
Los ligamentos son el tejido conectivo fibroso que permite unir los huesos entre sí, por lo que su función generalmente es la de unir estructuras y mantenerlas estables. Por su parte, la cápsula articular es un saco hermético que envuelve la articulación, de forma que está compuesta por un grupo de varios ligamentos que unen el húmero con la glenoides. Ello permite que el hombro pueda tener un movimiento amplio otorgándole gran estabilidad e impidiendo una luxación en la articulación al moverse.
La clavícula está unida:
– Al acromion, por medio de cuatro ligamentos acromioclaviculares: uno superior, uno inferior, uno posterior y uno anterior.
– A la coracoides (parte de la escápula), por medio de dos ligamentos: conoide y trapezoide
Además, es necesario mencionar el labrum, un fibrocartílago que rodea la cavidad glenoidea para aumentar su profundidad y mejorar la estabilidad del hombro.
Músculos y tendones
Entre los músculos que conforman la anatomía del hombro se encuentra el manguito rotador, formado por un grupo de músculos y tendones que sujeta la parte superior del hueso de la parte superior del brazo en la cavidad del hombro. Los músculos que conforman el manguito rotador son:
– Supraespinoso: es el músculo más superior de los cuatro que conforman el manguito rotador. Contribuye a la abducción del brazo.
– Infraespinoso: realiza rotación externa, que es el movimiento que realizamos, por ejemplo, al peinarse, también participa en la abducción del brazo.
– Subescapular: su función principal es la rotación interna de la articulación, es decir, el giro del brazo hacia dentro.
– Redondo menor: tiene la función de rotador externo y aductor.
Por su parte, los tendones se encargan de conectar los músculos con los huesos. Es necesario mencionar el tendón del bíceps que se extiende desde el músculo con el mismo nombre, a través de la parte delantera del hombro, hasta insertarse en la parte superior de la glenoides uniéndose aquí con el labrum.
Los tendones del manguito rotador conforman la siguiente capa que se encuentra en la articulación del hombro. Son en total cuatro tendones que conectan la capa más profunda de los músculos con el húmero.
Nervios y vasos sanguíneos
Los nervios son los responsables de lograr la adecuada conexión entre el cerebro y los músculos permitiendo el control del movimiento de la articulación del hombro. La complejidad de la anatomía del hombro hace que estén implicados principalmente varios nervios que van hacia el brazo y la mano pasando por el hombro, y entran al brazo mediante la parte anterior e inferior de la axila. Los nervios principales que van al brazo son: el cubital, el mediano, el radial, el musculocutáneo y el axilar.
Además de los nervios, también forman parte de la anatomía del hombro, arterias y venas que irrigan el brazo, antebrazo y la mano. Así, la arteria axilar se encuentra situada debajo de la axila, siendo la responsable, a través de sus ramificaciones, del riego sanguíneo hacia la cabeza humeral y las demás estructuras existentes alrededor del hombro.
Bursas
Las bursas son pequeños sacos llenos de líquido que permiten reducir la fricción entre las partes móviles en las articulaciones del cuerpo humano. En el hombro, las bursas se encuentran ubicadas sobre los tendones y los músculos del manguito rotador y el acromion; y también entre el manguito rotador y el músculo deltoides.