Las lesiones óseas se pueden sufrir en cualquier parte del cuerpo. Un ejemplo bastante habitual es la fractura de costilla, que se produce normalmente por un impacto practicando deporte o por un accidente de tráfico. A continuación, veremos en profundidad esta lesión.
¿Qué es la fractura de costilla?
La fractura de costillas es una ruptura o fisura de alguno de los huesos que forman las costillas.
Anatomía de la costilla: ubicación, función y características
La caja torácica se trata de un armazón que protege a órganos vitales como los pulmones, el corazón y el hígado, esta estructura es firme pero flexible gracias principalmente al armazón constituido por las costillas.
Estas estructuras anatómicas son huesos curvos, emparejados lateralmente (doce pares) y unidos unilateralmente uno encima del otro por músculos (músculos intercostales) los cuales se aseguran de brindar una estabilidad flexible.
Existen tres tipos de costillas, estas se diferencian según su diámetro y su relación con el hueso esternón:
- Costillas verdaderas: aunque todos estos huesos curvos están conectados a la columna torácica o dorsal, las primeras nueve costillas se curvan alrededor de la pared torácica lateral y se conectan al manubrio y al esternón, son denominadas verdaderas porque son las únicas que tienen una conexión directa con el esternón.
- Costillas falsas: los huesos curvos 8°-10° son relativamente más cortos que las anteriores y se conocen como falsas, porque carecen de fijación directa al esternón.
- Costillas flotantes: estos se tratan de los huesos curvos 11-12°, debido a su corto diámetro, no alcanzan el esternón y son conocidas como flotantes, porque no se adhieren directamente al esternón.
¿Qué síntomas presenta la fractura de costillas?
Este tipo de lesión puede ser muy dolorosa. Los síntomas más comunes son
- Dolor al ejercer presión en la zona del esternón
- Dolor al respirar
- Dolor de cabeza
- Molestias musculares en la zona
- Cansancio y dificultad de movimiento
- Insomnio temporal
Tipos de fracturas de costilla
Existen diferentes formas para clasificar a esta lesión ósea, siendo los más destacables los siguientes:
- Fractura en serie: si se rompen tres o más costillas una encima de la otra en el mismo lado del cuerpo, los médicos hablan de fracturas de costillas en serie.
- Fractura múltiple: en fracturas de este tipo se ve afectaba al menos a dos fracciones del hueso, de modo que los fragmentos intermedios o los segmentos fracturados se mueven.
- Fractura abierta: si un segmento del hueso fracturado atraviesa la piel, es una fractura abierta.
- Fractura simple: los fragmentos del hueso fracturado se ven contenidos por las estructuras adyacentes, por lo que no se ven desplazados.
La mayoría de los casos que presentan esta lesión ósea, sufren fracturas de costillas simple y cerrada, en la que los fragmentos son estabilizados por las estructuras circundantes y no se desplazan entre sí.
¿Por qué se produce la fractura de costilla?
La principal causa son los traumatismos o golpes en la zona, o impactos y caídas con el volante. También podría deberse a un golpe de estornudo o tos muy fuerte, especialmente si la persona tiene los huesos débiles a causa de cáncer u osteoporosis.
¿En qué consiste el tratamiento?
En el caso de que la fractura no afecte a ningún órgano, no es necesario ningún tratamiento, como el yeso en la fractura del brazo o la pierna. Si hay alguna lesión interna, el traumatólogo envía al paciente al hospital para ser tratado en función del diagnóstico de la lesión. El algunos casos la fractura puede requerir cirugía.
Así pues, en lugar de recibir un tratamiento, hay que seguir unos consejos para su recuperación, especialmente descansar, ponerse hielo y bandas frías y no coger peso. La fractura suele sanarse en un periodo de entre dos y seis meses.